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Avance nueva obra

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La expresividad de las manchas.

El azar estudiado al milímetro.

Lo nuevo esta por llegar…

¿Pueden las grúas hablar?

Colección Dudu 564: «El barrio de los artistas»

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Láminas al óleo, 30×42 cm.

«EL BARRIO DE LOS ARTISTAS»

11 de Junio de 2011

Pamplona, Pza. San Nicolás

 

» El sol iluminaba los hombres. Su primera vez viendo la luz del día. Por primera vez bajo el sol.

Vistos, observados, mirados y admirados.

Hombres dudu, expuestos.

Tras conocer su mundo, tras formar parte de él.

Tras un mar, un fuego, un océano, una noche… Y de repente sus gestos.

Aprendieron a vivir, a saber vivir en el ahora, en el aquí. Entre nosotros y con nosotros. Viéndolos crecer cada día, viéndolos marchar cada minuto.

Sin nadie, con todos. «

Javier Pineda

Dudu 564

Dudu

DUDU 564

Próxima exposición:

Pamplona, pLAZA DE SAN NICOLAS 

11 de junio de 2011

«El barrio de los artistas»

De 10 de la mañana a 8 de la tarde

«Su vuelo atrajo al asteroide. El pájaro solitario, colorido, que surcaba los cielos lo vió llegar y quiso acompañarlo. Agitando sus alas, rápido, hasta el límite de sus fuerzas.  Volaron juntos: un pájaro, un asteroide. Uno atraído por  la extraña roca que invadía su planeta; el otro atraído por los colores vivos que recorría el plumaje de su compañero de vuelo.

Y hablaron; de su viaje a través del universo, de sus por qué,  del cómo y cuando. De su visita a la tierra. Pero el pájaro no pudo mas y cayó desplomado. Quiso agotar su vida al lado de dudu.  Su último aliento fue para él, su asteroide. Un último suspiro, su último adiós.

Dudu 564 cayó a su lado, a modo de cortejo fúnebre. Y del impacto surgieron ellos. Entre las rocas, entre los restos. Sobre la arena de la playa que acaricia el mar.

Los hombres dudu.

En soledad se levantaron. Cada uno de una forma, de un color. Particulares, iguales, diferentes. Todos dudu, pero sin rostro. Nacieron, salieron en su nuevo mundo. Y comenzaron a andar dando sus primeros pasos, tambaleantes sobre la playa, para después ir afianzándose en caminar.

Dejaron sus primeras huellas en pequeños retales blancos. Casi sin forma, sin nada, solo pequeños trazos aunque siempre rojos. Siempre un rojo. Para después crecer y llenar éste mundo de colores.

Aquellos colores que vieron en las plumas de su acompañante. Aquellos colores que impregnaron al asteoride en su viaje hacia nosotros, su nueva tierra.

Ahora seguimos sus historias, de huídas, de comienzos. De reencuentros. Largos caminos recorridos, en busca de transformaciones, en busca de nuevos rostros. De visiones a través de ventanas y puertas que encierran tras de sí sus sueños.

Hombres dudu buscando su luz. Cada uno su luz.

Juntos o sólos.

Ésta es la historia de los hombres dudu.»

Javier Pineda

 

Un puzzle en dudu

césar sancho

Óleo en cartulina. 30×42 cm.

A veces encajan, pero otras no. Hay líneas que separan a dos enamorados; de igual modo que los surcos recorren la superficie de un puzzle. Cuando algo duele en el su alma, pierde su forma. Su punto rojo.

Y el cuadro se resquebraja. El amor de los dudu se parte en dos.

Uno mira al frente, el otro trata de aferrarse a él.

Se aproxima, lo acaricia.

Lo abraza sintiéndo el antíguo corazón que otrora latiera por él.

Sin embargo, ahora es aristado, apuntando en otra dirección.

Ya no encajan.

Se arriesga y se manifiesta. Muestra su rostro, ese que nunca un hombre dudu enseña, cerrando sus ojos para grabar su imagen por última vez en su memoria.

Si los observáramos durante mas tiempo, veríamos como poco a poco, la distancia que los separa cada vez se hace mas y mas grande. Mientras que su corazón se derrama a través del abismo.

Dos piezas de un mismo puzzle. Perfecto en el pasado. Roto en el presente.

¿Quizá encuentren la manera de volver a cerrar su grieta?

Eso es ya cosa de dos.

Texto: Javier Pineda.

 

La huida

César Sancho

Óleo en cartulina. 30x42cm.

«¿Cómo dar un paso sin caer, tras mil segundos de placer?

O tal vez millones…

¿Como enderezarse, erguir la mirada, cuadrarse y caminar, tras un instante de vacío en el cerebro?

Diez segundos en blanco…

Buscando apoyo, atraviesa una puerta. Escapa, desea huir.

Puntos rojos, líneas blancas se fugan,

y él…

Él desea volver, una y otra vez.

Entrar de nuevo, sentir al placer:

el que acelera su corazón, su respiración,

que eriza su piel y corta su alma.

Para volver a partir roto por él.»

Texto: Javier Pineda.

Desde la azotea

César Sancho

Óleo en cartulina. 30x42cm.

«¿Por qué no espiar?

¿Por qué no mirar a través de ventanas rojas?

Y descubrir…

Descubrir un hombre bello, en sus quehaceres.

En su rutina, su vida normal.

Visto desde arriba no vemos miradas, no hay gestos.

Sólo formas a través del tragaluz.

Sin tristezas, sin alegrías.

Por supuesto las habrá, ¿preguntámos?

Con la velocidad del asteroide dudu atravesamos el cristal y llegamos a él.

Un hombre, en su vida, en su hogar.

Fuerte o débil, carácter o no,

seguro, inseguridad.

Pero siempre él, en su soledad,

a través de la ventana.

Él.»

Texto: Javier Pineda.

 

Comienza el dudu

césar sancho

Óleo en cartulina. 30×42 cm

«Hay veces que la vida nos pone boca abajo.

Invertidos.

Sucesos que trastocan nuestras vidas planeadas, cuadriculadas, perfectas. Mientras, nuestra mente trata de encontrar salidas, rumbos nuevos.

Nuevos horizontes.

Y nos aferramos a lo seguro, lo perfecto. Lo cuadrado. Nuestro rojo interno. Nuestro propio ser. Afianzamos nuestro interior para volver a la rectitud. La de los pies en la tierra y la cabeza distante.

Distante del suelo.

Partiendo de nuestro corazón rojo, lanzamos líneas que se proyectan hacia lugares seguros.  Líneas rectas que nos guían hacia nuestro nuevo camino. Un camino, a veces entrecruzado.

Un nuevo camino, recto. Un nuevo hombre en busca de sus líneas rectas que parten de él mismo.

Un hombre guiado por dudu que sabe ahora por donde caminar»

Comienza un nuevo viaje a través del universo dudu. Un viaje a través de láminas guiadas por asteroides que recorren nuestro universo a velocidades inimaginables. Y en ese asteroide viajamos juntos, a través de historias de hombres que no encuentran su sitio. De historias de miedo a través de puertas de las que huímos. O de puertas que llevan a la libertad. Que llenan nuestra vida.

Un nuevo viaje.

DUDU.

Texto: Javier Pineda

Cierra los ojos

 

césar sancho

Lámina en óleo sobre papel de periódico. 25×18 cm.

 

» Cierra los ojos y comienza a soñar con esa persona que sólo está en su mente.

O quizás no.

Cierra los ojos para volver a verla una vez más. Como siempre quiere recordarla. Con los brazos abiertos, tendidos, como la primera vez que se abrazaron.

Cierra los ojos y vuela, buscando aquellos días gloriosos en los que se amaron. Con la esperanza de que sus pensamientos nunca le traicionen, de que su imaginación no olvide lo que el paso del tiempo puede borrar.

Su recuerdo tras el velo de sus párpados sonroja sus mejillas y llena de vida sus labios. Su rostro se funde con aquel cuerpo al que siempre quiere volver. Al que siempre vuelve.

Un cuerpo, dos caras, un corazón y un color. Un olor, un sabor,  el tacto que ya tiene aprendido en las huellas dactilares de sus dedos. Una vida juntos.

Un sólo corazón.

¿Volverán a verse mañana?

Solo tiene que cerrar los ojos.»

Texto: Javier Pineda.

Nosotros por ser así

«Nosotros por ser así.

Delgados, fuertes; enfrentados y de frente. Tumbados, solos o en compañia.

Por ser así, amantes, sexuales. Amados y sexuados.

Unos duermen, otros sueñan ente árboles. Mientras, otros tratan de levantarse.

A la sombra de un árbol con el cantar de un pajaro, o a la sombra de alguien a su lado, con el calor de una soledad olvidada.»

Láminas cartulina, tamaño 21x30cm.