CONSECUENCIA
Siempre he sabido que todo lo que hago tiene una consecuencia.
Cada nueva forma o color producen un nuevo efecto en mi interior.
En mis manos que dibujan buscando la armonía.
En mis ojos que observan, visionando como será esa obra cuando esté terminada.
Mis actos, sus consecuencias.
Una nueva forma de entender mi locura. A través de pequeños tesoros encontrados a lo largo de éstos años. Objetos insignificantes, que pasan desapercibidos ante otras miradas. Pero que tienen luz en mi caminar.
Piezas guardadas esperando su acto final. Y así se presentan. Sobre un altar, mi altar de inspiraciones. El lugar sagrado del que parto y al que vuelvo, donde se junta el presente con mi pasado. Obras de exposiciones anteriores que me acompañan, guardando su fuerza, haciéndome cómplice de ella. Os invito a compartir ésta nueva parte de mí: mis pequeños tesoros.
Y por supuesto, mi pasión.
16 obras.
Insisto en pintar, en llenar un cartón quizá salido de un contenedor con algo que me mueva el interior. Y así presento “consecuencia”. Porque el hecho de levantar un pincel lleno de pintura, hará que mi corazón alimente al cerebro y ordene a mi mano donde será el primer trazo. Y éste provocará otro, y así sucesivamente hasta que sienta que la obra está terminada.
Es determinante insistir en ello, en seguir creando desde mi disfrute personal para poder después mostrar con orgullo aquello que nace de mí.
Porque siempre hemos tenido el miedo tras terminar una obra de qué es lo siguiente que crearé. O si tal vez ya la inspiración no vuelva a visitarme y los cartones que llenan mi estudio se quedarán en blanco.
Pero como su propio título indica, lo que hoy os enseño, tendrá una consecuencia en el mañana. Y esa quizá, la veáis en otra ocasión.
Nos vemos.
Espontaneidad, sagacidad, inteligencia, libertad, pasión y sensatez.
Conversaciones con César Sancho,
por
ENERO DE 2014.
GALERÍA DORMITALERÍA 54.
PAMPLONA